jueves, 16 de abril de 2020

6 causas de infección en vías urinarias

6 causas de infección en vías urinarias

 

¿No sólo sientes una imperiosa necesidad de orinar, también sufres de ardor al orinar? Probablemente se trate de una infección en las vías urinarias; sin embargo, hay otros síntomas que evidencian dicho problema de salud, de acuerdo con Mayo Clinic:


  • Acudir al baño frecuentemente, pero sólo orinar pequeñas cantidades.
  • Orina de aspecto turbio.
  • La orina comienza a pasar de rosa a rojo hasta llegar a un tono marrón, en el lapso de unas horas.
  • Dolor pélvico, en el centro de la pelvis y alrededor del hueso púbico.

 

¿Qué origina una infección en las vías urinarias? Bacterias o gérmenes ingresan a la vejiga, que es parte del tracto urinario, por ello también se le conoce como infección de la vejiga. Todos en la familia pueden padecerla niños, hombres y féminas.

 

Mayores riesgos en las mujeres

Ellas contraen hasta 30 veces más a menudo infecciones urinarias y es probable que  cuatro de cada 10, volverán a sufrir del mismo problema en menos de seis meses. Existen varios factores que las hacen más sensibles al padecimiento:

 

  1. Ocurren porque la uretra de ellas es más corta que la de un hombre, lo cual facilita a los microorganismos patógenos nocivos, penetren con mayor facilidad.
  2. Además la abertura uretral está más cerca de la vagina y el ano, fuentes de bacterias como la Escherichia coli, que pueden ser oportunistas cuando el sistema inmune se encuentra débil.
  3. Una mujer sexualmente activa, suele ser susceptible pues los gérmenes que se encuentran en el ano o la vagina tienen asistencia para transportarse al tracto urinario durante un episodio sexual.
  4. Cuando se usan espermicidas como anticonceptivos, se arrasa no sólo con los espermas, también se erosionan las bacterias buenas que protegen a la vagina y el sistema urinario.
  5. En el embarazo, ocurren múltiples cambios en el sistema inmunológico, para evitar que el cuerpo rechace al bebé, se generan fluctuaciones hormonales con la finalidad de preparar el cuerpo para el momento del parto, mientras que el feto crece ejerce presión en la vagina y el tracto urinario, lo cual suele provocar que se escape la orina y genere una fuente de bacterias; por ello son más comunes en el tercer trimestre.
  6. Durante el ingreso a la menopausia, se genera una disminución del estrógeno que provoca un adelgazamiento y sequedad en el tejido vaginal; lo cual es una ventana de oportunidad para la reproducción de las bacterias patógenas que provocan infecciones urinarias.




lunes, 13 de abril de 2020

5 causas de la disfunción eréctil

5 causas de la disfunción eréctil

La mayoría de los hombres han experimentado la imposibilidad de conservar una erección firme; sin embargo, cuando es imposible mantenerla durante varios episodios sexuales, se le puede denominar disfunción eréctil.

En México afecta a un 55 por ciento de los hombres entre los 40 y 70 años. También un 45 por ciento de los diabéticos la presentan, de acuerdo con informes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

 

A la pesca de una causa

Puede presentarse por cuestiones de salud, como las siguientes:

1. ¿Sabías que un flujo sanguíneo deficiente es una de sus causas? Por ello, es más común en personas mayores, que con frecuencia sufren presión alta. Especialmente cuando la hipertensión no está controlada daña los vasos sanguíneos, por lo que se tornan menos elásticos y no son tan eficientes para transportar la sangre rápidamente. Incluso puede ser un síntoma temprano de presión arterial, de acuerdo con el estudio realizado por the Georgia Health Sciences University.

 

 2. Los hombres diabéticos tienen dos o tres veces más probabilidades de padecerla, pues el azúcar en su sangre está mal regulada y puede dañar los diminutos vasos                  sanguíneos, que permiten el flujo de sangre al pene, de acuerdo con informes de National Institute of Health en Estados Unidos.


3. El colesterol elevado, también es otro desencadenante de la disfunción eréctil. El colesterol malo o LDL, es como una cera similar a la grasa, capaz de crear una placa en las arterias que bloquea el flujo sanguíneo e incluso inhibe los químicos requeridos por el cuerpo para lograr la erección. Además afecta la capacidad del cuerpo para liberar el óxido nítrico, responsable de crear relajación en los tejidos del pene que a su vez ocasionan la congestión eréctil. Desafortunadamente también reduce la libido, según Boston Medical Group.


4. Fluctuaciones hormonales, no sólo las mujeres las sufren; en los hombres se produce un aumento de prolactina, segregada por la glándula pituitaria y se provoca la disfunción eréctil. Una baja de la testosterona también puede estar relacionada con este problema de salud, de acuerdo con Cedars Sinai.


5. Por último, se ha descubierto que los ciclistas pueden sufrir de disfunción. Sucede que cuando se sientan en la silla, el peso se debe distribuir entre ambos glúteos y eliminar la presión del perineo, que va desde el ano hasta los órganos sexuales; sin embargo, cuando el asiento es muy pequeño suele ejercer presión sobre el perineo y comprimir vasos y arterias cruciales, que reducen hasta en un 66 por ciento el flujo de sangre, lo cual provoca disfunción eréctil temporal o prolongada, según informes de Harvard Medical School.  

jueves, 9 de abril de 2020

3 tips para enfrentar el dolor crónico

3 tips para enfrentar el dolor crónico

 

Entre un 25 a 29 por ciento de la población mundial sufre de dolor crónico, mientras que el Instituto Mexicano del Seguro Social, en México atiende un 5 por ciento de pacientes que presentan dolor crónico. De acuerdo con la Asociación Internacional para el Estudio y Tratamiento del Dolor, un 39 por ciento de las mujeres lo sufren, en un rango de los 15 a los 86 años.

Constante

Los expertos lo definen como el dolor que se presenta persistente o recurrentemente; debido a su intensidad afecta las condiciones de vida de quien lo padece. Suele comenzar por una lesión o enfermedad aguda; cuando se prolonga por seis meses se le denomina crónico y desafortunadamente causa otras complicaciones, como insomnio o fatiga que incrementarán las molestias, de acuerdo con the Institute for Chronic Pain.

Los médicos lo definen como un círculo vicioso el cual inicialmente causa dolor, después complicaciones secundarias, que empeoran el dolor y se vuelve constante. Una amplia gama de enfermedades pueden detonarlo como artritis, fibromialgia, migraña, endometriosis, disfunción de la articulación temporomandibular e inflamación intestinal, entre otros.

Quienes lo padecen lo identifican con una variedad de palabras: punzante, agudo, doloroso, intenso, caliente, repetitivo, rojo o pulsante. Gracias a los avances de la medicina, se ha detectado su origen en el cerebro, que recibe impulsos eléctricos emitidos por los nervios sensoriales, que estimulan los procesos químicos de los neurotransmisores que envían sensaciones de dolor a varias partes del cuerpo.

 

Al rescate

Para controlarlo se debe desarrollar un plan que además de incluir medicamentos, también requiere introducir ciertos hábitos en el estilo de vida, según recomendaciones de the Cleveland Clinic:

 

 

1. Masaje, excelente para relajar las articulaciones, tendones y músculos; un estudio publicado en Anals of Family Medicine, evidencia que dos o tres sesiones por semanaalivian el dolor. Lo más recomendable es acudir con un terapeuta especializado.

 2. Dile adiós al estrés, ya que afecta el sistema nervioso y suele empeorar el dolor. Lo ideal sería apostar por la meditación, la cual ha comprobado que además de disminuir las sensaciones corporales de dolor, reduce la ansiedad y mejora la concentración, de acuerdo con Mayo Clinic.

 3. Ejercítate, probablemente sea lo que menos deseas realizar, pero al mejorar el flujo de oxígeno en la sangre y músculos se reducirá el estrés, pero también los fortalecerás al tiempo que mueves las articulaciones. Caminar, nadar o practicar yoga pueden ser excelentes alternativas.

 

lunes, 6 de abril de 2020

Cómo prevenir la gastrititis

¿Sabías que, la gastritis, es una inflamación de la pared del estómago? En efecto se presenta cuando se daña el revestimiento que la protege, que por lo regular es fuerte. Suele ser afectada por diferentes factores, que actúan solos o en combinación como:

 

- Alimentos irritantes, entre los que destacan el picante, cafeína, ciertas especias en grandes cantidades, chocolate y platillos grasosos.

 

- La bacteria Helicobacter pylori, ataca el revestimiento del estómago e incluso puede provocar la aparición de úlceras estomacales.

 

- Medicamentos, como analgésicos o para controlar el dolor o la fiebre, corticoides, cuando se toman frecuentemente.

 

- Estrés, al presentarse por largos períodos provoca ansiedad y eleva los niveles de histamina, que produce una mayor producción de ácidos estomacales, de acuerdo con el estudio Stress-Induced Gastritis (1).

 

Una vez que aparece la inflamación genera otros síntomas como gases, hinchazón y dolor abdominal, ardor en la parte superior del abdomen, cólicos, náuseas, vómitos, pérdida del apetito e incluso fatiga, de acuerdo con Cedars Sinai (2).

 

Medidas para evitarla

 

- Elimina de tu dieta alimentos elaborados con ácidos grasos trans, que se encuentran en alimentos procesados y fritos.

 

- Restringe el consumo de dulces y bollería, helados o pasteles, los cuales poseen azúcar y grasa que suelen hinchar aún más el estómago.

 

- Prohibido beber refrescos, bebidas energéticas y jugos envasados que también tienen un alto índice de azúcar.

 

- Evita el alcohol y café, pues suelen irritar el sistema digestivo.

 

Nutrientes aliados

 

- Integra probióticos en tu dieta, the University Health News (3) sugiere especialmente los Lactobacillus y Bifidobacterium, que al colonizar el tracto intestinal sanan el sistema digestivo. También incrementan la capacidad del intestino para absorber y digerir nutrientes, al tiempo que reducen los efectos negativos de los antibióticos y eliminan las bacterias dañinas como el Helicopter pylori. Los puedes obtener de alimentos fermentados como el yogur griego, kéfir y chucrut.

 

- Arriba el brócoli, contiene sulforafano, que ha demostrado su eficacia para matar la bacteria Helicobacter pylori, incluso cuando se ha vuelto resistente a los antibióticos. Consumirlo más de una vez por semana, es la clave, quedó comprobado en el estudio realizado por la Okayama University, en Japón (4). También los brotes de brócoli son eficaces, ya que contienen entre un 20 y 50 por ciento más de sulforafano.

 

- Incluye omega 3, un ácido graso con antioxidantes que ayuda a disminuir la inflamación intestinal. Es fácil obtenerlo del salmón o nueces.

 

- Apuesta por el jugo de arándano, las investigaciones sugieren que podría evitar que la bacteria Helicobacter pylori se adhiera a la pared del estómago. Sólo está prohibido en pacientes que toman anti coagulantes como la aspirina, de acuerdo con the Winchester Hospital (5).

1-     Rishi Megha; Umer Farooq; Peter P. Lopez. Stress-Induced Gastritis https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK499926/

2-     https://www.cedars-sinai.org/health-library/diseases-and-conditions/g/gastritis.html

3-     https://universityhealthnews.com/daily/digestive-health/gastritis-diet-healing-the-inside-from-the-outside/

4-     Hiroaki TakeuchiVu Thu TrangNorihito MorimotoYoshie NishidaYoshihisa Matsumura, and Tetsuro Sugiura Natural products and food components with anti-Helicobacter pylori activities https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4112882/

5-     https://www.winchesterhospital.org/health-library/article?id=202110

Cómo prevenir la gastrititis

martes, 31 de marzo de 2020

Cáncer de Colon

Cáncer de colon, Signos y síntomas.

El cáncer colorrectal es un importante problema de salud pública en todo el mundo. Es el tercer cáncer más común en hombres (663,000 casos en 2008: 10% de todos los casos de cáncer) y el segundo en mujeres (570,000 casos: 9.4% de todos los casos de cáncer) en todo el mundo aproximadamente. Se han observado variaciones internacionales significativas en la distribución del cáncer colorrectal durante muchos años. Las altas tasas de incidencia se encuentran en Europa occidental y América del Norte, las tasas intermedias en Europa del Este con las tasas más bajas que se encuentran en el África subsahariana.

 

Los primeros síntomas notables reales de mi enfermedad se manifestaron a principios de 2007 y la regularidad y gravedad de estos aumentaron a medida que avanzaba el año. Estos incluyen:

 

  • Aumento de la flatulencia
  • Sentirse hinchado
  • Sentir molestias abdominales dentro de una hora más o menos de comer
  • Tener que ir varias veces al baño
  • Manchas de sangre en papel higiénico
  • Heces con sangre
  • Tener que ir al baño durante la noche.

 

Etiología del cáncer colorrectal.

Las diferencias étnicas y raciales en la incidencia de cáncer colorrectal, así como los estudios en migrantes, han sugerido durante muchos años que los factores ambientales juegan un papel importante para la etiología de la enfermedad. En Israel, se demostró que los judíos varones nacidos en Europa o América corren un mayor riesgo de cáncer de colon que los nacidos en África o Asia, y se ha producido un cambio en el riesgo de la descendencia de japoneses que emigraron a los Estados Unidos, la incidencia las tasas se acercan o superan a las de los blancos en la misma población y son tres o cuatro veces más altas que entre los japoneses en Japón.

 

Factores de estilo de vida, ingestas dietéticas y sus consecuencias y riesgo de cáncer colorrectal

Actualmente, el peso de la evidencia existente sugiere que las tasas más altas de tabaquismo, el consumo de alcohol, la ingesta de carnes rojas / procesadas y la actividad física reducida se asocian con un mayor riesgo de cáncer colorrectal.

 

Una mayor ingesta de frutas y verduras solo puede reducir moderadamente el riesgo. El papel preventivo del cáncer colorrectal de la fibra dietética o de cereales es discutible, a pesar de los hallazgos recientes que sugieren una asociación negativa con la ingesta elevada. Se ha informado que una mayor ingesta de calcio y vitamina D protege contra el cáncer colorrectal, pero a excepción de los hallazgos modestos para la administración de suplementos de calcio en algunos estudios de intervención sobre la recurrencia del adenoma, todavía faltan pruebas para llegar a conclusiones firmes. Se requiere mucha más investigación para dilucidar el papel de otros compuestos, alimentos, componentes alimentarios o sus derivados que pueden tener efectos protectores del cáncer colorrectal (ácido fólico, antioxidantes, vitaminas C y E, magnesio, selenio, fitoquímicos, fitoestrógenos, butirato, resistentes almidones, té / café, pescado, granos integrales, alimentos con bajo índice glucémico) o promocionales (insulina, carcinógenos dietéticos, ácidos biliares secundarios, hierro, aminas heterocíclicas, azúcares refinados, alimentos con alto índice glucémico). Además, hay muchas interacciones complejas entre factores ambientales, dietéticos y genéticos que pueden modificar el riesgo de cáncer colorrectal.

 

Entre los factores del estilo de vida, se ha sugerido que la obesidad se asocia con un mayor riesgo de cáncer colorrectal, aunque los efectos pueden variar según el subsitio anatómico del intestino y el género. La inactividad física también se ha asociado con un mayor riesgo, aunque principalmente para el colon y menos claramente para el cáncer de recto.

 

Por lo tanto, la actividad física regular y evitar el consumo excesivo de calorías pueden representar dos de las formas más efectivas de prevenir esta enfermedad. Fumar cigarrillos es otro factor importante de estilo de vida modificable que estudios recientes sugieren que está involucrado en el proceso de carcinogénesis colorrectal, aunque se ha sugerido un período de inducción de cuatro décadas.

 

Al igual que con muchos tipos de cáncer, la detección temprana de lesiones precancerosas y el tratamiento rápido y efectivo de los tumores colorrectales tempranos parecen ser puntos clave de las estrategias de detección y tratamiento, no solo para aquellos con alto riesgo de la enfermedad, sino también para las poblaciones en general.

 

No obstante, la naturaleza principalmente esporádica de la enfermedad indica que una reducción en la incidencia de cáncer colorrectal en todo el mundo se puede lograr mejor mediante una prevención primaria efectiva y cambios en los factores de riesgo modificables. Reducir el consumo de cigarrillos, disminuir el consumo de alcohol, aumentar la actividad física y reducir el consumo de carnes rojas y procesadas podría reducir el riesgo de cáncer colorrectal en más de una cuarta parte.


Referencias:

 Alexander DD, Weed DL, Cushing CA, Lowe KA. Meta-analysis of prospective studies of red meat consumption and colorectal cancer. Eur J Cancer Prev (in press).

Cancer Incidence and Mortality Worldwide IARC Cancer Base, 1027–5614;


miércoles, 25 de marzo de 2020

Cómo funcionan los virus

Se desconoce el origen de los virus. Se ha planteado la hipótesis de que los virus pueden haber evolucionado a partir de los componentes de ácido nucleico de ADN o ARN de las células huésped que se pudieron replicar de forma autónoma e independiente, asemejándose a genes que han adquirido la capacidad de existir por sí mismos. No hay evidencia de que los virus evolucionaron de bacterias, aunque otros organismos intracelulares obligados.

 

Los virus son agentes infecciosos muy pequeños (con un diámetro de aproximadamente 20 nm a aproximadamente 300 nm) y contienen solo un tipo de ácido nucleico encerrado en una cubierta de proteína, que puede estar rodeado por una membrana que contiene lípidos. Toda la unidad infecciosa, aunque muy pequeña (denominada virión), puede ser extremadamente compleja. Los virus son inertes en el entorno extracelular; responden solo en células vivas, siendo parásitos a nivel genético. Durante el ciclo replicativo, se producen numerosas copias de ácido nucleico viral y proteínas de recubrimiento. Las proteínas de la cubierta se unen para formar la cápside, que recubre y estabiliza el ácido nucleico viral contra el entorno extracelular y facilita la unión y penetración del virus al entrar en contacto con nuevas células susceptibles. La infección por el virus puede tener poco o ningún efecto en la célula huésped o puede causar daño celular o la muerte. Como se señaló, los virus son extremadamente pequeños y se visualizan mejor con la ayuda del microscopio electrónico. Sin embargo, algunas partículas virales pueden agregarse dentro de las células que infectan formando cuerpos de inclusión característicos, que son visibles con el microscopio óptico y son útiles para el diagnóstico. Los ejemplos incluyen cuerpos de inclusión de infecciones secundarias a herpes, rabia, viruela, sarampión y los conocidos cuerpos de inclusión de infección por CMV. Simultáneamente con el desarrollo de estas inclusiones, las propiedades fusogénicas impartidas a las células huésped por las partículas virales a menudo, pero no siempre, dan como resultado la multinucleación.

 

Los virus pueden infectar preferentemente tejidos y órganos de sistemas seleccionados, pero son virtualmente capaces de dañar cualquier órgano o tejidos en el huésped humano. Las manifestaciones clínicas respiratorias de los virus neumotrópicos son variadas.

 

Las infecciones virales agudas del tracto respiratorio siguen siendo una causa principal de morbilidad, mortalidad y pérdida económica como se puede ver actualmente. Aunque a menudo son autolimitadas en adultos sanos, estas infecciones son responsables de una pérdida sustancial de tiempo productivo y son factores importantes en la enfermedad y muerte de los individuos muy jóvenes, inmunocomprometidos y los ancianos. En los últimos 10 años se han identificado una serie de nuevos patógenos respiratorios virales humanos, lo que lleva a un mayor nivel de conciencia y al desarrollo de medidas para controlarlos. La identificación de nuevos virus es el resultado de la aplicación de nuevas técnicas más sensibles que permiten la detección de virus que han estado circulando en la población humana durante años y el resultado de la reciente introducción de otros.

Las interacciones entre animales y el huésped humano son elementos críticos en la epidemiología de algunas enfermedades virales. Las enfermedades transmitidas por los animales han asumido una importancia considerable para la salud pública. La gripe aviar, el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) y la infección por el virus de Nipah son ejemplos de un número creciente de enfermedades que los humanos pueden contraer de los animales. Estas enfermedades pueden causar enormes pérdidas económicas además de la mortalidad y la morbilidad. En ciertas áreas de algunos países asiáticos en desarrollo, existe un contacto continuo y cercano entre animales y humanos, especialmente en entornos rurales. Las prácticas socioculturales predominantes y la débil infraestructura de salud pública aumentan aún más la vulnerabilidad de las islas de Asia y el Pacífico como el epicentro de los brotes debido a infecciones zoonóticas. Existe una clara necesidad de una mayor conciencia y aplicación de un enfoque multisectorial y multidisciplinario para prevenir y controlar las infecciones zoonóticas.

La amenaza de la gripe aviar para la población humana y el potencial para la reaparición del coronavirus asociado al SARS, la reciente aparición del reciente virus que provoca la enfermedad Covid-19 subrayan la necesidad de desarrollar estrategias terapéuticas y preventivas para combatir la infección viral. El desarrollo de vacunas es un componente clave en la prevención de la infección viral generalizada y en la reducción de la morbilidad y mortalidad asociadas con muchas infecciones virales. Lamentablemente, la eficacia de las vacunas no ha sido tan adecuada como podría esperarse en la infección respiratoria humana causada por virus. La amenaza de agentes infecciosos emergentes responsables de enfermedades distintas de la gripe y el SARS como agentes potenciales de bioterrorismo es un problema importante de salud pública y es monitoreada de cerca por agencias como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

La forma en que se caracterizan los virus cambia rápidamente, con la secuenciación genómica que ahora permite la identificación precisa de nuevas familias y especies de virus. Se han utilizado una variedad de características distintas de la secuenciación genómica como bases para la clasificación taxonómica de los virus. Estas características, incluidas la antigenicidad, la morfología del virión y las características fisicoquímicas, son ayudas útiles que contribuyen a la clasificación de los virus.


Fuentes:

Ichinohe T, Pang IK, Kumamoto Y et al (2011) Microbiota regulates immune defense against respiratory tract influenza virus infection. PNAS 108:5354–5359


miércoles, 18 de marzo de 2020

¿Qué es un Coronavirus?

Los coronavirus son los virus de ARN (Ácido ribonucleico) más grandes y tienen un genoma de ARN monocatenario de sentido positivo de 30 a 32 kilobases. Los viriones son envolventes y esféricos con proyecciones de superficie en forma de palo ampliamente espaciadas que le dan al virus su flequillo coronal único, es decir, ese aspecto circular con puntas salientes.

 

Los coronavirus infectan a muchas aves y mamíferos, incluidos los humanos, causando enfermedades del tracto respiratorio, entéricas, hepáticas, renales y del sistema nervioso central de gravedad variable. Desde el aislamiento del prototipo del virus murino en 1949, los virus en la subfamilia Coronavirinae han sido reconocidos principalmente por causar una amplia gama de enfermedades económicamente significativas en animales de granja y mascotas domesticadas, mientras que los dos coronavirus humanos conocidos, hasta antes del reciente Covid-19, El coronavirus humano-OC43 (HCoV-OC43) y el coronavirus humano-229E (HCoV-229E) descritos por primera vez a mediados de la década de 1960, se consideraron una causa estacional mundana del resfriado común. Los coronavirus fueron catapultados al escenario mundial cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció en abril de 2003 que un nuevo coronavirus, el coronavirus relacionado con el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV), nunca antes visto en humanos, fue la causa del síndrome respiratorio agudo severo (SARS). Desde la epidemia de SARS, y ahora el nuevo Covid-19 los coronavirus han sido considerados como patógenos emergentes y, como resultado, tres nuevas especies en humanos, el coronavirus humano NL63 (HCoV-NL63), el coronavirus humano HKU1 (HCoV-HKU1) y el coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV), se han descrito.

 

El término coronavirus se usa típicamente junto con una designación de especie, por ejemplo, coronavirus de murciélago Miniopterus-HKU8 o coronavirus humano-229E, o coronavirus severo relacionado con el síndrome respiratorio agudo.

 

El SARS-CoV es el coronavirus humano más agresivo conocido hasta la fecha, y su epidemiología es bastante diferente de la de los coronavirus humanos no SARS. Entre noviembre de 2002 y julio de 2003, surgió el SARS-CoV, se extendió por todo el mundo a través de rutas de viajes aéreos internacionales y causó 8.098 casos de SARS en 26 países con 774 muertes. Esto tensó el sistema de salud en los países con infecciones y condujo a restricciones de viaje y efectos significativos en la economía global, algo similar a lo que está sucediendo actualmente. El 5 de julio de 2003, la OMS declaró rota la cadena de transmisión de persona a persona del SARS-CoV en la epidemia (OMS 2003c). Desde julio de 2003, la infección por SARS ha sido documentada en varias ocasiones.

 

En contraste, la mayoría de los coronavirus humanos no SARS han estado en circulación continua a nivel mundial desde su aislamiento inicial. Surgen en invierno y primavera y demuestran periodicidad con epidemias que ocurren a intervalos de 2 a 3 años. Ahora será necesario ver como se desarrolla el escenario actual para determinar el estatus del nuevo Coronavirus, en cuanto a comportamiento, letalidad, posibilidad de una vacuna, etc.

 

Los Coronavirus no SARS principalmente causan infecciones del tracto respiratorio superior que son más comunes en niños que en adultos, y representan aproximadamente el 15% de los resfriados adultos y hasta el 35% de las infecciones del tracto respiratorio superior durante la actividad viral máxima. Con menos frecuencia, se asocian con enfermedad del tracto respiratorio inferior en lactantes, pacientes inmunocomprometidos y ancianos. A finales de 2012, se aisló HCoV-EMC en un hombre de 60 años que presentaba neumonía aguda, posteriormente desarrolló insuficiencia renal y tuvo un desenlace fatal. Desde el descubrimiento hasta mediados de septiembre de 2013, HCoV-EMC, renombrado MERS-CoV, (de Groot 2013) causó 132 casos confirmados por laboratorio de neumonía aguda grave, incluidas 58 muertes. (OMS 2013).

 

El SARS-CoV es un virus animal que cruzó la barrera de las especies cuando el cambio ambiental aumentó las posibilidades de que el virus ingresara a los humanos y permitiera la transmisión de persona a persona (Antia et al. 2003). Algo similar a lo que hasta el momento se sospecha del virus causante de Covid-19. Para respaldar esto, la investigación ha identificado un virus similar al SARS-CoV en civetas de palma enmascaradas del Himalaya, perros mapache y tejones de hurón chinos vendidos en mercados de animales vivos para consumo humano en el sur de China, así como en humanos que trabajan en los mismos mercados, lo que indica una ruta de transmisión interespecies. Los murciélagos de herradura han sido identificados como un reservorio natural de virus similares al SARS-CoV.

 

La enfermedad Covid-19 similar al SARS-CoV es altamente contagioso, y la propagación ocurre principalmente por contacto cercano de persona a persona a través de la transmisión de partículas de saliva. No se ha confirmado, pero se sospecha que el virus se elimina en las secreciones respiratorias, las heces y la orina de manera similar al SARS.

 

El SARS a temperatura ambiente, conserva su infectividad durante 4 días en muestras de heces diarreicas, hasta 6 días cuando se seca, y durante más de 7 días en muestras respiratorias. El virus es fácilmente inactivado por desinfectantes de uso. Estos datos han ayudado a establecer medidas preventivas contra el nuevo Coronavirus, como se puede ver en diferentes medios informativos especializados y comunicados gubernamentales.

No olvides seguir las recomendaciones de la OMS para prevenir y tratar Covid-19. Si necesitas más información relacionada puedes visitar esta página con más información: https://www.who.int/es



Referencias:

 https://www.who.int/es

CDC (2005) In the absence of SARS-CoV transmission worldwide: guidance for surveillance, clinical and laboratory evaluation, and reporting.

A.E. Fraire et al. (eds.), Viruses and the Lung.

lunes, 9 de marzo de 2020

La religión y los derechos de las mujeres

 La sabiduría convencional sugiere que la cultura y la construcción de normas internacionales explican por qué los derechos de las mujeres son ampliamente respetados en algunos lugares, pero no en otros, pero el apoyo a estas explicaciones se desvanece tras un examen minucioso. Las explicaciones de cómo, dónde y por qué avanzan los derechos de las mujeres son más complejas de lo que permite las explicaciones generalmente aceptadas. Las explicaciones culturales generalmente no pueden determinar por qué las tradiciones como el patriarcado pierden influencia, mientras que los reportes internacionales de construcción de normas descuidan la importancia de construir una base para promover la igualdad de género a través del cultivo de los derechos fundamentales. Varios estudios sugieren que la sabiduría convencional sobre la cultura y la construcción de normas internacionales proporcionan solo una respuesta parcial a las preguntas sobre cómo, dónde y por qué los derechos de las mujeres mejoran, y que en algunos temas, estas sabidurías ofrecen poca orientación.

En cambio, los avances en los derechos de las mujeres parecen más dependientes del estado de los derechos fundamentales. En lugares donde los derechos fundamentales son limitados, las mujeres tienen menos poder político y poca capacidad para oponerse a las fuerzas conservadoras dentro del hogar. A medida que estos derechos se desarrollan, el apoyo a los valores igualitarios aumenta, las barreras a la coordinación disminuyen y el estatus socioeconómico y el capital social de las mujeres mejoran, de modo que es más probable que los derechos de las mujeres avancen. Parece entonces que los derechos fundamentales están correlacionados con los avances en el estado de los derechos de las mujeres. Si bien la promoción internacional puede mejorar el respeto de algunos derechos, la creación de normas a través de los derechos fundamentales parece ser la forma más efectiva de mejorar la vida de las mujeres.

 

Si bien la cultura y la religión continúan inhibiendo los derechos de las mujeres, su influencia es más matizada, y en ocasiones totalmente contraria, a lo que sugiere la percepción generalizada. En algunas áreas problemáticas, como la representación política, la planificación familiar y los derechos de nacionalidad de las mujeres casadas, las barreras culturales han desaparecido en gran medida. Sin embargo, en otras áreas, como el derecho al aborto, la propiedad y la transmisión de la nacionalidad, la cultura y la religión, todavía plantean obstáculos significativos para la igualdad de género.

 

¿Qué tan bien influyen las sabidurías prevalecientes sobre cultura y religión en los derechos de las mujeres? En términos generales, si bien las religiones particulares o las tradiciones religiosas, la religiosidad y las instituciones patriarcales configuran enérgicamente algunos derechos, su influencia en la condición de la mujer es desigual y más débil de lo que sugieren los estudiosos.

 

Las explicaciones culturales que enfatizan las normas de tradiciones religiosas particulares encuentran un apoyo moderado, pero en gran medida sobre temas que han llegado a ser vistos como centrales para la identidad de una fe o grupo. Si bien se cree que el catolicismo y el islam fomentan normas más tradicionales, los efectos inhibidores de estas tradiciones son más evidentes sobre los derechos reproductivos (p. Ej., Las leyes de aborto) y el derecho de familia (derechos de herencia y nacionalidad), o cuestiones que se han elevado popularmente a elementos definitorios de la identidad católica y musulmana, respectivamente. Sin embargo, es importante destacar que incluso en estos llamados temas inviolables, las normas religiosas son más débiles de lo esperado. Si bien los derechos al aborto parecen ser más limitados en las sociedades católicas, no existe una barrera religiosa comparable al acceso y uso de los servicios de planificación familiar por parte de las mujeres. Del mismo modo, los derechos de herencia de las mujeres parecen moderadamente peores en las sociedades musulmanas, aunque la influencia de la cultura religiosa es mucho más débil de lo imaginado. Además, las leyes que prohíben el aborto electivo y la discriminación en los derechos de herencia están tan extendidas que el comportamiento más discriminatorio de las sociedades católicas y musulmanas se ve algo disminuido por el estado generalmente endeble de las mujeres en estas áreas.

 

A pesar del hecho de que las normas religiosas en las sociedades musulmanas, particularmente las que emanan de la ley islámica, a menudo se consideran sagradas, solo se respetan selectivamente. Si bien es menos probable que las mujeres en los países musulmanes posean el derecho de transmitir la nacionalidad o heredar en igualdad de condiciones, no disfrutan de los derechos de propiedad que el Islam les otorga. Específicamente, la ley islámica garantiza el derecho a adquirir, administrar y disponer de la propiedad, pero a pesar de esto, los derechos de las mujeres a la tierra no se respetan bien en los países de mayoría musulmana. La variación en el grado en que se aplican las normas sacrosantas sugiere que están en juego fuerzas más allá de la religión.

 

Finalmente, hay evidencia limitada, para corroborar la afirmación de que el protestantismo es especialmente compatible con la igualdad de género. Si las tradiciones protestantes fomentan normas más susceptibles a la igualdad de género, como sugiere un extenso cuerpo de investigación (Inglehart y Norris 2003), entonces las pruebas estadísticas deberían evidenciar un mayor respeto por los derechos de las mujeres en estas sociedades que otras. Sin embargo, con la excepción de la representación de las mujeres en puestos del gabinete, los países de mayoría protestante no parecen ser mejores que otras sociedades para promover los derechos de las mujeres.

 

Si bien los relatos culturales más matizados que distinguen entre países donde la religión es un marcador social más destacado encuentran algún apoyo, en muchos casos la religiosidad tiene poco impacto en los derechos de las mujeres u opera en contra de las expectativas. Los estados que reconocen una religión oficial, por ejemplo, tienen más probabilidades de limitar el derecho de una mujer a transmitir la nacionalidad a sus hijos, pero sorprendentemente no parecen inhibir los derechos reproductivos de las mujeres. Si bien estos estados tienden a privilegiar las normas religiosas y a dar más voz a las élites religiosas, las leyes sobre el aborto no son más restrictivas ni el uso de servicios de planificación familiar por parte de las mujeres es menor en estas sociedades. En cambio, las mujeres ejercen derechos de planificación familiar a tasas más altas en estos estados que en aquellos con una mayor separación de religión y estado.

 

En general, los resultados de los estudios presentan una imagen significativamente diferente del poder de la cultura y la religión de lo que implica la sabiduría convencional. Las barreras culturales y religiosas tienen la mayor influencia en asuntos relacionados al aborto y en los problemas que involucran elementos del derecho de familia. Sin embargo, en otras áreas, la influencia de la religión y la cultura ha disminuido en gran medida, y los mismos contextos que se cree que inhiben la igualdad de género pueden producir resultados favorables para los derechos de las mujeres (por ejemplo, la elección de más mujeres en los estados más patriarcales). Si bien la investigación transnacional corrobora en parte las principales explicaciones culturales de los derechos de las mujeres, las pruebas que respaldan las afirmaciones sobre el poder de las normas religiosas, la religiosidad o las instituciones patriarcales son más débiles u opuestas a las expectativas.

 

Dados estos resultados, las explicaciones culturales ofrecen menos información de la que normalmente se aprecia y no pueden explicar suficientemente cómo, dónde o por qué persisten las desigualdades. La mayoría de los relatos culturales hacen afirmaciones radicales sobre la relación entre cultura e igualdad de género, y tratan todos los problemas de los derechos de las mujeres de la misma manera. Los resultados empíricos sugieren que los efectos de la cultura varían dramáticamente entre los problemas, y son algo exagerados. A excepción de la ley de nacionalidad, solo hay pruebas modestas de que una fuerte relación religión-estado inhibe la igualdad de género. Es difícil enfatizar demasiado este hallazgo, dada la opinión generalizada de que privilegiar las normas, instituciones o actores religiosos es perjudicial para la situación de los derechos de las mujeres en general. Los estudiosos de género en el Medio Oriente, África del Norte y los países musulmanes a menudo señalan que la delegación de autoridad a las élites e instituciones religiosas es la principal causa de la desigualdad y advierten que tiene efectos mucho más allá del derecho de familia. Los resultados de los estudios implican que los efectos de la institucionalización religiosa son más limitados y que incluso en el área del derecho de familia son más débiles de lo esperado.


viernes, 6 de marzo de 2020

Endometriosis: Síntomas que toda mujer debe concer

Las mujeres tienden a sentir más estrés en los intestinos que los hombres, y se habla menos sobre eso, tendiendo a reprimir el estrés. También suelen tener problemas estomacales únicos, que no afectan a los hombres. Un dato relevante de la endometriosis es que afecta al 5 por ciento de las mujeres y el 25 por ciento de las víctimas son infértiles. La endometriosis es tratable, pero puede ser muy difícil de detectar. Las mujeres generalmente no van a consulta médica pensando que la endometriosis podría estar causando sus síntomas gastrointestinales. De hecho, muchas veces las mujeres nunca han oído hablar de la endometriosis y ciertamente no relacionan este problema con ningún síntoma gastrointestinal, ya que piensan generalmente que es un problema puramente ginecológico. Muchas mujeres con síntomas gastrointestinales que son causados por endometriosis, a menudo son diagnosticadas erróneamente con síndrome del intestino irritable.

 

La endometriosis ocurre cuando las células que recubren la pared del útero, que una mujer debe pasar con cada período menstrual, terminan creciendo fuera del útero. Durante la menstruación normal, las células del revestimiento uterino salen a través de la vagina. Pero casi todas las mujeres también tienen menstruación retrógrada en la que algunas de las células que recubren el útero viajan a través de las trompas de Falopio y entran en la cavidad pélvica, trazando así la ruta del óvulo en reversa desde el ovario hasta el útero. Esto se llama menstruación retrógrada.  Cuando una mujer desarrolla endometriosis, estas células se instalan en los lugares equivocados, a veces incluso crecen y se adhieren al intestino y a otros órganos cercanos, y pueden sangrar con cada período, causando dolor y cicatrices. Cuando esto sucede, una mujer puede tener dolor abdominal cíclico o constante. Por lo general, la endometriosis existe en la región inferior de la pelvis, pero también puede arrastrarse a otros órganos. La endometriosis intestinal afecta aproximadamente a un tercio de las mujeres con endometriosis y puede causar dolor intenso con las deposiciones.

 

¿Es común la endometriosis?

Como mencionamos anteriormente aproximadamente el 5 por ciento de todas las mujeres y niñas que menstrúan sufren de endometriosis. Sin embargo, para las mujeres que son infértiles y no pueden quedar embarazadas naturalmente, la endometriosis puede ser el caso del 25 al 40 por ciento de las veces. Para las adolescentes con períodos muy dolorosos, la endometriosis es la causa casi el 50 por ciento de las veces.

 

En las mujeres que tienen endometriosis hay varias cosas que suceden: En primer lugar, las células tienen que quedarse en un lugar donde puedan crecer y atraer más células. Estas células tienen que formar vasos sanguíneos dentro del grupo o implante, ¡no es una tarea fácil! La genética y los factores ambientales también juegan un papel importante. La forma en que su cuerpo reacciona a estas células mal ubicadas contribuye en gran medida al daño que puede causar la endometriosis. Curiosamente, las mujeres altas y delgadas tienen más probabilidades de tener endometriosis que las mujeres bajas y de constitución más robusta. Esto no significa que sea aconsejable aumentar de peso para disminuir el riesgo de endometriosis. La obesidad tiene muchos efectos negativos en la salud. Algunos estudios han demostrado que la ingesta de cafeína y alcohol también aumenta el riesgo de endometriosis, mientras que hacer ejercicio reduce el riesgo.

La endometriosis puede ser difícil de diagnosticar porque varios de los síntomas, como la diarrea y los calambres, pueden simular el síndrome del intestino irritable (SII). No se conforme con un diagnóstico de SII, especialmente si tiene problemas para concebir. Estos son algunos síntomas de endometriosis:

 

Dismenorrea: también conocida como calambres menstruales debilitantes.

Dispareunia: sexo doloroso.

Disquecia: deposiciones dolorosas.

Disuria: orinar doloroso o incómodo.

 

Además:

 

Aborto espontáneo recurrente: particularmente embarazos que terminan en dos o tres meses.

Náuseas, vómitos y / o diarrea: particularmente durante el síndrome premenstrual.

Períodos menstruales inusualmente largos o cortos: un período normal debe durar entre tres y cinco días.

 

¿Cómo se puede diagnosticar la endometriosis?

Una forma recomendada de hacer el diagnóstico es mediante un procedimiento quirúrgico llamado laparoscopia. En este procedimiento, se realiza un pequeño corte debajo del ombligo, el dióxido de carbono infundido dilata el abdomen y se inserta un endoscopio. El ginecólogo o cirujano mira a su alrededor para identificar cualquier área elevada azul, roja o clara que pueda ser endometriosis y examina los ovarios en busca de quistes. A menudo, estas áreas se pueden tratar y se puede cortar el tejido cicatricial. La cirugía no siempre es necesaria para el diagnóstico. Se pueden hacer otras pruebas, pero podrían no ser tan exactas para detectar lesiones muy pequeñas o para identificar tejido cicatricial. Estas pruebas incluyen una resonancia magnética (resonancia magnética) de la pelvis, que puede identificar la endometriosis pélvica; una tomografía computarizada (tomografía computarizada) con aire o contraste en el recto; y un enema de bario con contraste de aire (para detectar endometriosis en el intestino). Una ecografía endoscópica, en la que se inserta un dispositivo de ultrasonido en el extremo de un endoscopio en el recto, puede tomar imágenes del área circundante y, a menudo, ver si hay endometriosis en la pared intestinal. Los ultrasonidos tradicionales, con la sonda de ultrasonido colocada en la pared abdominal o en la vagina, y las colonoscopias no son particularmente útiles para el diagnóstico de endometriosis.

 

¿Por qué es tan difícil identificar y diagnosticar?

Los síntomas de la endometriosis tienden a imitar otros problemas. Las mujeres generalmente tienen síntomas diferentes y pueden buscar atención de un médico de atención primaria, gastroenterólogo o ginecólogo. El dolor abdominal o pélvico es una queja muy común. Sin embargo, el cambio en los intestinos también puede ser una queja. La endometriosis no es a menudo el primer pensamiento para el internista o gastroenterólogo.

 

Desafortunadamente, algunos médicos saben muy poco acerca de la endometriosis. Una razón recurrente es la relación entre el dolor y el periodo menstrual. La sospecha del diagnóstico es realmente lo que se necesita para hacer un diagnóstico. Para más de cuarenta y trescientas mujeres que informaron endometriosis diagnosticada quirúrgicamente y que respondieron a una encuesta realizada por la Asociación de Endometriosis, el tiempo promedio desde el inicio de los síntomas hasta que una mujer buscó atención médica fue de más de cuatro años y medio, y tomó casi cinco años en promedio antes de que se hiciera el diagnóstico.

 

Cuando los síntomas comenzaron en la adolescencia, tomó aún más tiempo antes de que se hiciera el diagnóstico correcto.  Sorprendentemente, el 18 por ciento de las mujeres vio a entre cinco y nueve médicos, y el 5 por ciento vio a diez o más médicos antes de que se diagnosticara la endometriosis. Casi todas estas mujeres tenían dolor pélvico y dolor menstrual, y dos tercios experimentaron dolor en la ovulación.


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